Las tormentas del 48: 17

Las tormentas del 48 Capítulo XVII de Benito Pérez Galdós 18 de Abril.- Muerto de sueño, no pude terminar anoche la sustanciosa conversación que tuvimos Eufrasia y yo en casa de Rafaela Milagro. Sigo en el punto en que la dejé, o sea, en lo de que yo me alimentaba con dátiles podridos a mi paso por el desierto. Nada quise responder sobre aquella supuesta putrefacción del fruto de las palmeras, y abordé valeroso el tema que mi amiga me proponía para seguir peleándonos. Precisamente, allí quería yo verla y escuchar lo que pensaba de un problema de mi vida sobre el cual no había querido darme opinión. No he necesitado decir que en la famosa noche de mi conocimiento con Emparán, relacioné las enigmáticas preguntas que éste me hizo con el plan casamentero de mi hermana sin consultar para nada mi voluntad, como si yo fuera un objeto insensible y de poco precio, que se regala, o de mucho precio y que se vende. Más sorprendido que indignado, y mirando por el lado de...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información