Las mil y una noches:826

23/10/2009 1.734 Palabras

Las mil y una noches - Tomo V y cuando llego la 857ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 857ª NOCHE Ella dijo: "... Y por mi parte, sé decir que, entre los clientes cuyos honorables pies calzo, tengo varios ciegos más clarividentes, merced al ojo que tienen en la punta de cada dedo, que el maldito barbero que me afeita la cabeza todos los viernes acuchillándome el cuero cabelludo atrozmente. (¡Que Alah se lo haga expiar!") Y el derviche ladrón exclamó: "Bendito sea el seno que te ha lactado, y ojalá puedas por mucho tiempo todavía enhebrar la aguja y calzar pies honorables, ¡oh jeique de buen augurio! ¡En verdad que no anhelo otra cosa que someterme a tus indicaciones, con el objeto de que procures buscar la casa en cuya bodega pasan cosas tan prodigiosas!" Entonces el jeique Mustafá se decidió a levantarse, y el derviche le vendó los ojos y le llevó de la mano por la calle, y marchó a su lado, conduciéndole unas veces y guiado por él otras, a tientas, hasta...

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