Las mil y una noches:708

23/10/2009 1.441 Palabras

Las mil y una noches - Tomo IV Pero cuando llegó la 741ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 741ª NOCHE Ella dijo: "... Y he aquí que, cuando el desesperado Aladino frotó, sin querer, el anillo que llevaba en el pulgar y cuya virtud ignoraba, vió surgir de pronto ante él, como si brotara de la tierra, un inmenso y gigantesco efrit, semejante a un negro embetunado, con una cabeza como un caldero, y una cara espantosa, y unos ojos rojos, enormes y llameantes, el cual se inclinó ante él, y con una voz tan retumbante cual el rugido del trueno, le dijo "¡Aquí tienes entre tus manos a tu esclavo! ¿Qué quieres? Habla. ¡Soy el servidor del anillo en la tierra, en el aire y en el agua!" Al ver aquello, Aladino, que no era valeroso, quedó muy aterrado; y en cualquier otro sitio y en cualquier otra circunstancia hubiera caído desmayado o hubiera procurado escapar. Pero en aquella cueva, donde ya se creía muerto de hambre y de sed, la intervención de aquel espantoso...

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