Las mil y una noches:664

23/10/2009 1.259 Palabras

Las mil y una noches - Tomo IV Pero cuando llegó la 678ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 678ª NOCHE Ella dijo: "¿... Para qué sirven los sabios sin zib? ¡Mejor será que vaya a esconderse!" Entonces, para que la joven no siguiese en sus insultos al viejo síndico, el subastador se apresuró a continuar la subasta, chillando a toda voz: "¡Oh mercaderes! ¡oh compradores! ¡la subasta está abierta y permanece abierta! ¡Para el mejor postor será la hija de reyes!" Entonces adelantóse otro mercader, que no había presenciado lo que acababa de ocurrir, y que dijo, deslumbrado por la belleza de la joven: "¡Para mí, por novecientos cincuenta dinares!" Pero al verle, la joven lanzó una carcajada; y cuando se acercó él a ella para examinarla mejor, le dijo: "Dime, ¡oh jeique! ¿tienes en tu casa un alfanje fuerte?" El contestó: "Sí, ¡por Alah! ¡oh señora mía! Pero ¿para qué lo quieres?" Ella contestó: ".¿No ves que ante todo necesitas cortarte un buen...

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