Las mil y una noches:159

23/10/2009 820 Palabras

Las mil y una noches - Tomo II Pero cuando llegó la 128ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 128ª NOCHE Ella dijo: Y al verme en aquella extrema palidez y debilidad, lloró más todavía. Entonces me asaltó el recuerdo de mi pobre y dulce Aziza, muerta de pena por mi culpa, y la eché de menos por primera vez, vertiendo por ella lágrimas de desesperación y arrepentimiento. Y cuando me hube calmado un momento, me dijo mi madre con los ojos llenos de llanto: "¡Oh, pobre hijo mío! las desdichas habitan nuestra casa, porque has de saber lo peor que podías saber: ¡tu padre ha muerto!" Al oírlo, se me atravesaron los sollozos en la garganta, quedé inmóvil, y caí después al suelo, y así estuve durante toda la noche. Por la mañana me obligó a levantarme mi madre, y se sentó a mi lado. Pero yo estaba como clavado en mi sitio, mirando el rincón donde acostumbraba sentarse mi pobre Aziza, y las lágrimas me corrían silenciosas por las mejillas. Y mi madre me...

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