Las mil y una noches:0972

23/10/2009 2.244 Palabras

Las mil y una noches - Tomo VI y cuando llegó la 973ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGÓ LA 973ª NOCHE Ella dijo: ... sin más prisa ni más emoción. En cuanto a Doreid, como no viera reaparecer a su mensajero, envió a la descubierta a otro jinete. Y éste, al encontrar sin vida en el camino a su compañero, persiguió al viajero y le gritó desde lejos la intimación que le había dirigido el primer agresor. Pero el hombre hizo como si no oyera. Y el jinete de Doreid corrió tras él, lanza en ristre. Pero el hombre, sin conmoverse, entregó de nuevo a su dama el ronzal del camello, y arremetió de pronto contra el jinete, dirigiéndole estos versos: ¡He aquí que cae sobre ti la fatalidad de colmillos de hierro! ¡oh retoño de la infamia, que te pones en el camino de la mujer libre e inviolable! ¡Entre ella y tú está tu señor Rabiah, cuya ley, para un enemigo, es el hierro de su lanza, una lanza que le obedece a la perfección! Y cayó el jinete, con el hígado...

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