Las aventuras de Arthur Gordon Pym: Capítulo XXI

Las aventuras de Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe Tan pronto como recobré mis trastornados sentidos, me encontré casi ahogado arrastrándome en una oscuridad completa entre una masa de tierra desprendida, que caía sobre mí pesadamente por todas partes, amenazando con sepultarme por entero. Terriblemente alarmado por esta idea, me esforcé por asentar de nuevo los pies, consiguiéndolo al fin. Permanecí entonces inmóvil durante unos momentos, intentando comprender lo que me había sucedido, y dónde estaba. En seguida oí un profundo gemido junto a mi mismo oído, y poco después, la voz sofocada de Peters pidiéndome auxilio en nombre de Dios. Me arrastré uno o dos pasos hacia adelante, y caí directamente sobre la cabeza y los hombros de mi compañero, quien, como pronto descubrí, estaba sepultado hasta la mitad de su cuerpo bajo una masa de tierras desprendidas y luchaba desesperadamente por librarse de aquella opresión. Aparté la tierra que había a su alrededor...

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