Las aventuras de Arthur Gordon Pym: Capítulo XX
Las aventuras de Arthur Gordon Pym
de Edgar Allan Poe
El jefe era un hombre de palabra, e inmediatamente fuimos abastecidos con
abundancia de provisiones frescas. Encontramos las tortugas exquisitas, y los ánades
sobrepujaban a las mejores especies de aves silvestres, pues eran sumamente tiernos,
jugosos y de un sabor excelente. Aparte de esto, los salvajes nos trajeron, una vez que
les hicimos comprender nuestros deseos, una gran cantidad de apio moreno y codearía
(hierba contra el escorbuto), además de una canoa cargada de pescado fresco y algún
salazón. El apio fue realmente un deleite, y la coclearia resultó ser un beneficio
incalculable para restablecer a aquellos de nuestros hombres que presentaban síntomas
de escorbuto. En muy poco tiempo no había ni una sola persona en la lista de enfermos.
Nos dieron también otras muchas provisiones frescas, entre las cuales pueden
mencionarse una especie de mariscos parecidos por su forma a los mejillones, pero con
el sabor de...
Está viendo el 5% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas