Las aventuras de Arthur Gordon Pym: Capítulo II

Las aventuras de Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe En cuestiones de mero prejuicio, en pro o en contra nuestra, no solemos sacar deducciones con entera certeza, aunque se parta de los datos mas sencillos. Podría imaginarse que la catástrofe que acabo de relatar enfriaría mi incipiente pasión por el mar. Por el contrario, nunca experimenté un deseo más vivo por las arriesgadas aventuras de la vida del navegante que una semana después de nuestra milagrosa salvación. Este breve período fue suficiente para borrar de mi memoria la parte sombría y para iluminar vívidamente todos los aspectos agradables y pintorescos del peligroso accidente. Mis conversaciones con Augustus se hacían diariamente más frecuentes y más interesantes. Tenía una manera de referir las historias del océano (más de la mitad de las cuales sospecho ahora que eran inventadas) que impresionaba mi temperamento entusiasta y fascinaba mi sombría pero ardiente imaginación. Y lo extraño era...

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