«No tanto la clara fuente...»
No tanto la clara fuente
desea ciervo herido,
como yo, vuestro rendido,
estaros siempre presente.
Al grande y dulce reposo
do está mi contentamiento,
por otra puente no siento
hallar otro paso, ni oso.
Tarde me llega aquel día,
para mí tan deseado,
muy caramente comprado
con dolor y pena mía.
Pero al fin, tarde o temprano,
que ha de venir estoy cierto,
si muerte el camino abierto
no lo cierra con su mano.
No puedo ser de esperanza
por ningún caso lanzado,
porque, señora, os he amado
según bienaventuranza.
Y de vos favorescido
contra mí cosa no siento,
si vuestro consentimiento
me otorga lo que le pido.
De grandes dolores siento
un monte delante puesto,
de mil estorbos que opuesto
se han a mi contentamiento.
De mí preguntaros nueva,
señora, tengo temor,
dudando que no hay amor
para mí puesta a la prueba.
Y de no sabello temo
vivir en mayor tormento
y estos dos males que siento
por cualquier lado me quemo.
No está a vos el contentaros
de cumplir lo que yo pido,
si...
Está viendo el 29% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas