Lágrimas que vierte un alma arrepentida

Lágrimas que vierte un alma arrepentida de Pedro Calderón de la Barca Ahora, señor, ahora que ya este humano edificio en el polvo de su fin se reduce a su principio; ahora que descompuesto este vital artificio que un suspiro gobernó, le va faltando un suspiro; ahora que a mis alientos está el número cumplido, pues sin esperanza de otro, respiro este que respiro; ahora que rebelados mis potencias y sentidos, son, parciales de mi muerte, mis mayores enemigos; ahora que el corazón, por alegar que él ha sido quien quiso vivir primero, morir el postrero quiso; ahora que al desatarse esta lazada que hizo la naturaleza, el alma está pendiente de un hilo; ahora que al despedirse del cuerpo donde ha vivido, en vez de darle los brazos, le lucha a brazos partidos; ahora, en efecto, ahora que ya el pecho helado y frío, descompasado el aliento, los miembros estremecidos, el pulso...

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