Lágrimas: 15

Capítulo XIV 15 Pág. 15 de 31 Lágrimas Fernán Caballero OCTUBRE, 1846. Aquella misma tarde estaban en el balcón que caía al hermoso jardín de la marquesa de Alocaz, tres jóvenes que se esforzaban en cubrir con sus flores y ramas, las enredaderas, como si el jardín quisiese ocultar con un velo verde sus más bellas flores. Vuelta de espalda, puestas las manos sobre el barandal y apoyada en ella su cintura, descollaba la más alta de las tres, luciendo en esta posición toda la gallardía, riqueza y perfección de formas de su persona. Caían desde su cintura hasta el suelo los anchos y ricos pliegues que formaba la seda de moaré azul turquí de su vestido. Un camisolín de encaje cubría su cuello, y estaba sujeto sobre su pecho por un gran alfiler de oro y esmalte. Su cabello castaño oscuro formaba cortinas ahuecadas, y coronaba su frente una ferroniere, que tan bien sienta a las frentes altas, a los perfiles de marcados y severos contornos, y a las caras...

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