La vejez niveladora

I. LAS CANAS

Encanecer es una cosa muy triste; las canas son un mensaje de la Naturaleza que nos advierte la proximidad. del crepúsculo. Y no hay remedio. Arrancarse la primera ¿quién no lo hace? es como quitar el badajo a la campana que toca el Angeius, pretendiendo con ello prolongar el día. Las canas visibles corresponden a otras más graves que no vemos: el cerebro y el corazón, todo el espíritu y toda la ternura, encanecen al mismo tiempo que la cabellera. El alma de fuego bajo la ceniza de los años es una metáfora literaria, desgraciadamente incierta. La ceniza ahoga a la llama y protege a la brasa. El ingenio es la llama; la brasa es la mediocridad.

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