La Tribuna: 39

Capítulo XXXVIII 39 Pág. 39 de 39 La Tribuna Emilia Pardo Bazán ¡Por fin llegó! Amparo descansa abismada en el reposo inefable de las primeras horas. Sin embargo, a medida que la luz de la pálida mañana entra por el ventanillo, vuélvele la memoria y la conciencia de sí misma. Llama a Chinto ceceándolo. -¿Qué quieres, mujer? -Vas a ir corriendo al cuartel de infantería... Parece que ahora no sale la tropa de los cuarteles. -Bueno. -Si no está allí don Baltasar, a su casa... ¿La sabes? -La sé. ¿Qué le digo? -Le dirás... ¡veremos cómo sabes dar el recado! Le dirás que tengo un niño... ¿oyes? No vayas a equivocarte... -Bueno, un niño... -Un niño... no sea que digas una niña, tonto; un niño, un niño. -¿No le digo más? -Y que ya sabe lo que me ofreció... y que si quiere ponerse por padre de la criatura... y que mañana se bautiza. -¿Nada más? -Nada más... Esto... bien clarito. Chinto salía cuando entraba Ana, que se había ido...

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