La Tribuna: 13

Capítulo XII 13 Pág. 13 de 39 La Tribuna Emilia Pardo Bazán Aquel animal Aquel animal trabajaba entre tanto a más y mejor. Si faltase él, ¿quién había de encargarse de toda la labor casera? Muy cascado iba estando el señor Rosendo, y la tullida a cada paso se hallaba mejor en su cama, y se extendía entre sábanas más voluptuosamente al ver el ademán de fatiga con que soltaba su marido el cilindro por las noches. Y cuenta que de algún tiempo acá, el señor Rosendo no fabricaba barquillos sino en casos de gran necesidad, porque el fuego le inyectaba la tez, le arrebataba y sofocaba todo. Pero allí estaba Chinto para dar vueltas a la noria, y ser panacea universal de los males domésticos y comodín servible y aplicable a cuanto se ofreciese. No sólo se levantaba con estrellas, a fin de emprender la labor de Sísifo de llenar el tubo -labor que desempeñaba con mecánica destreza y rapidez-, sino que antes de salir a la venta, quedábale tiempo de...

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