La tierra de todos : 6
La tierra de todos
de
Vicente Blasco Ibáñez
VI
Un grupo de chicuelos cesó de jugar en la llamada calle principal,
lanzando gritos de asombro al ver el aspecto extraordinario del
carruaje que, tres veces por semana, ó sea los días de tren, iba y
volvía de la Presa á la estación de Fuerte Sarmiento.
La misma diversidad étnica de los habitantes del pueblo se notaba en
este grupo infantil, compuesto de distintas razas. Los niños blancos
parecían como perdidos dentro de pantalones viejos de sus padres y sus
pies se movían sueltos en el interior de enormes zapatos. Los
indígenas llevaban una simple camisita ó iban con la barriga al aire,
resaltando sobre su curva achocolatada el amplio botón del ombligo.
Como todos ellos estaban acostumbrados á que los viajeros que llegaban
á la Presa no llevasen otro equipaje que la llamada «lingera», saco de
lona donde guardaban su ropa, se asombraron al ver la cantidad de
baúles y maletas del coche-correo, vieja...
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