La tierra de todos : 4

La tierra de todos de Vicente Blasco Ibáñez IV Robledo se levantó muy tarde; pero aún pudo admirar el suave esplendor de un día primaveral en pleno invierno. Una neblina ligera saturada de sol extendía su toldo de oro sobre París. --Da gusto vivir--pensó al abandonar su hotel después de haber almorzado rápidamente en un comedor donde sólo quedaban los criados. Paseó toda la tarde por el Bosque de Bolonia, y poco antes del ocaso volvió á los bulevares. Se proponía comer en un restorán, buscando luego á los Torrebianca para pasar juntos una parte de la noche en cualquier lugar de diversión. Estando en la terraza de un café compró un diario, y antes de abrirlo presintió que este papel recién impreso guardaba algo que podía sorprenderle. Tuvo el obscuro aviso de que iba á conocer cosas hasta entonces envueltas en el misterio... Y en el mismo instante sus ojos tropezaron con un título de la primera página: «Suicidio de un banquero.» Antes de leer...

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