La tía Tula:XX

30/12/2013 1.314 Palabras

La tía Tula de Miguel de Unamuno Logró sacar a su sobrino de aquellas veleidades ascéticás y se puso a vigilarle, a espiar la aparición del primer amor. «Fíjate bien, hijo –le decía–, y no te precipites, que una vez que hayas comprometido a una no debes dejarla...» –Pero, mamá, si no se trata de compromisos... Primero hay que probar... –No, nada de pruebas; nada de esos noviazgos; nada de eso de «hablo con Fulana». Todo seriamente... En rigor la tía Tula había ya hecho, por su parte, su elección y se proponía ir llevando dulcemente a su Ramirín a aquella que le había escogido, a Caridad. –Parece que te fijas en Carita–le dijo un día. –¡Pse! –Y ella en ti, si no me equivoco. –Y tú en los dos, a lo que parece... –¿Yo? Eso es cosa vuestra, hijo mío, cosa vuestra... Pero les fue llevando el uno al otro, y consiguió su propósito. Y luego se propuso casarlos cuanto antes. «Y que venga acá –decía– y viviremos todos juntos, que hay sitio...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info