La sombra (BPG): 11

La SombraCapítulo III - Alejandro : 2 de Benito Pérez Galdós «El conde del Torbellino -continuó don Anselmo-, era un hombre tempestuoso, y no porque tuviera carácter irascible, violento y amigo de pendencias, sino porque su espíritu, esencialmente tranquilo, se manifestaba al exterior de la manera más resonante y ampulosa. Cuando decía alguna tontería, cosa frecuente en él, su voz, bronca por naturaleza, se ahuecaba hasta lo más bajo del diapasón: cuando quería convencer a alguien de que era hombre importante y de que los negocios le traían loco, en palabra llegaba al último grado de la vana grandilocuencia; si no decía nada su respiración semejaba a un vendaval lejano. Locuaz y retumbante, parecía el símbolo de la tormenta, la explosión hecha hombre. Sus oyentes eran muchos: complacíanse sus tertulios en escuchar el estrépito de su voz descomunal; pero en tocando a reír, la turba de interlocutores se dispersaba más que de prisa, porque la carcajada...

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