La romería del Carmen: 4

La romería del Carmen Tipos y paisajes de José María de Pereda - IV - Y ahora sí que nos es de todo punto indispensable salir de la romería, porque don Anacleto, riéndose aún de la broma de Almiñaque, ha mandado al carretero que unza los bueyes y ha colocado alrededor del toldo, por la parte exterior, unas cuantas ramas de cajiga, señales infalibles de que se dispone a marchar. Otros muchos carros, igualmente adornados, han tomado al suyo la delantera y caminan, entre multitud de personas a pie, hacia Santander. Una hora después de haber entrado nuestro amigo en la carretera, anocheció, razón por la cual me es imposible referir a ustedes los detalles del viaje ni hallar cronista que se los refiera, pues la vuelta de la romería del Carmen, perdida siempre entre las tinieblas de la noche y bajo las aún más oscuras bóvedas de los toldos, ni el diablo es capaz de describirla en todos sus detalles. Tengo para mí que sólo Dios sabe a punto fijo lo que hay sobre...

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