La Revolución de Julio : 14

La Revolución de Julio Capítulo XIV de Benito Pérez Galdós Estupor, miedo, risa causó en María Ignacia la revelación de las inauditas aventuras donjuanescas de nuestra venerable amiga Domiciana. ¡Cuán verdadero es que en visita toda persona nos parece juiciosa y de intachable moral! Conocíamos a la monja Boticaria por haberla recibido en nuestra casa más de una tarde, en compañía de Victorina Sarmiento, antigua relación de los Emparanes. Nos había cautivado la conversación amena, el delicado gracejo de la buena señora, y sus felices ocurrencias expresadas con la dicción más pura, dentro de los términos más decorosos. Encantados la oíamos todos los de casa, y ausente, consagrábamos a su recuerdo alabanzas salidas del corazón. Referíanos episodios del claustro, ridiculeces ingenuas de algunas monjas, poniendo en sus relatos toda la sal compatible con la piedad y el respeto de la religión; y si nos hablaba de tipos y escenas palaciegas, hacíalo con...

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