La Regenta:XXX

La Regenta - Capítulo XXX de Leopoldo Alas -Y ahora mucho cuidado; mira lo que vas a hacer. -¿Tú no entras? -No, no... Tengo prisa, tengo que hacer. -¡Me dejas solo ahora! -Volveré si quieres... pero... mejor te acostabas pronto. Mañana vendré temprano. -Te advierto que no te he dicho que sí. -Bueno, bueno... adiós. -Espera, espera... no me dejes solo... todavía. No te he dicho que sí; tal vez... lo piense más y... me decida por seguir el camino opuesto. -Pero por de pronto, Víctor, prudencia, disimulo... Es decir, si no quieres exponerte a una desgracia. Ya lo sabes... -¡Sí, sí! Benítez cree que un gran susto, una impresión fuerte... -Eso; puede matarla. -¡Está enferma! -Sí, más de lo que tú crees. -¡Está enferma! Y un susto, un susto grande... puede matarla. -Eso, así como suena. -Y yo debo subir, y guardar para mí todos estos rencores, toda esta hiel tragármela... y disimular, y hablar con ella para que no sospeche y no se asuste... y no se...

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