La Regenta:XXIV

La Regenta - Capítulo XXIV de Leopoldo Alas -Pero, ¿y si él se empeña en que vaya? -Es muy débil... si insistimos, cederá. -¿Y si no cede, si se obstina? -Pero, ¿por qué? -Porque... es así. No sé quién se lo ha metido por la cabeza, dice que le pongo en ridículo si no voy... Y nos alude... habla del que tiene la culpa de esto... dice que él no es amo de su casa, que se la gobiernan desde fuera... Y después, que la Marquesa está ya algo fría con nosotros por causa de tantos desaires... ¡qué sé yo! -Bien, pues si todavía se obstina... entonces... tendremos que ir a ese baile dichoso. No hay que enfadarle. Al fin es quien es. Y el otro ¿anda con él? ¿Tan amigotes siempre? -Ya se sabe que a casa no le lleva... -¿Y es de etiqueta el baile? -Creo... que sí... -¿Hay que ir escotada? -Ps... no. Aquí la etiqueta es para los hombres. Ellas van como quieren; algunas completamente subidas. -Nosotros iremos... subidos ¿eh? -Sí, es claro... ¿Cuándo toca...

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