La Primera República : 08

La Primera República Capítulo VIII de Benito Pérez Galdós Cuanto más arreciaba contra mí la caterva de pretendientes, con mayor desenfado me iba yo metiendo en el delirio de arrojar sobre todos la lluvia de oro de mis generosas ofertas. En esta rarísima situación psíquica llegué a extremos verdaderamente morbosos. Llenaba mi espíritu un intensísimo sentimiento paternal. Sin duda sufría yo un ataque de altruismo en su forma más aguda y frenética. Antes de referir los casos más extraordinarios de mi dolencia, traeré a estas páginas sucesos públicos que por obligación, no por gusto, debo comunicar a mis parroquianos. Asistí en 1º de Junio a la apertura de las Cortes Constituyentes y a las sesiones del examen de actas; vi la turbamulta de flamantes diputados, caras inocentes, caras de honrada convicción y sinceridad candorosa, caras de rurales novatos, con visajes de marrullería y destellos de ambición. En su estreno, las Constituyentes fueron bautizadas...

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