La paella del prócer: 3

23/10/2009 755 Palabras

none Pág. 3 de 4 La paella del prócer Vicente Blasco Ibáñez Cuenta con que pronto saldrás de penas, te lo juro. Y le anonadó con su charla, le encantó con su palabrería, conociendo de antiguo el poder de sus habilidades de parlanchín sobre aquella cabeza fosca. Recobró el prócer poco a poco su confianza en el diputado. Esperaría; pero un mes nada más. Si después de este plazo no llegaba el indulto, no escribiría, no molestaría más. Él era un diputado, un gran señor; pero para las balas sólo hay hombres. Y, despidiéndose con esta amenaza, requirió el retaco y saludó a toda la reunión. Regresaba a su pueblo; quería aprovechar la tarde, pues hombres como él sólo corren los caminos de noche cuando hay necesidad. Le acompañaba el carnicero de su pueblo: un mocetón admirador de su fuerza y su destreza, un satélite que le seguía a todas partes. El diputado los despidió con afabilidad felina. -Adiós, querido Quico -dijo, estrechando la mano del...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info