La Montálvez: I-14

La Montálvez-Parte I: Capítulo XIV de José María de Pereda Si el marqués pudo darse cuenta de que se moría cuando se estaba muriendo de veras, y si, penetrado de esta idea, se conceptuaba relativamente dichoso, porque le sorprendía la muerte en la más alta y esplendorosa ocasión de todas las ocasiones de su larga y aprovechada vida (muerte de guerrero ilustre, sobre el campo de batalla y bajo una balumba de gloriosos laureles), cosas son muy difíciles de averiguar; pero que si, después de muerto, se le hubiera permitido recobrar la vida para contemplar la despedida que le hicieron sus deudos y amigos, otra explosión de su vanidad hubiera vuelto a quitársela de repente, desde luego puede afirmarse, conociendo, como conocimos nosotros, aquella naturaleza que se nutría de oropeles y se emborrachaba con relumbrones. ¡Tales y tantos fueron los que se consagraron a honrar su memoria entre los vivos! No cupo mayor pompa en el escenario en que se representan esas farsas en...

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