La Montálvez: I-05

La Montálvez-Parte I: Capítulo V de José María de Pereda Llegó, al fin, y por sus pasos contados, la tan esperada noche de mi exhibición solemne. No conservo en la memoria los detalles minuciosos de aquel acontecimiento, tan señalado en la vida de las mujeres de mi alcurnia y de mis hábitos, porque, como todas las realidades muy soñadas, ésta no me pareció de la magnitud en que me la habían forjado las quimeras de la imaginación. »Recuerdo que precedieron a la fiesta largas horas de punzante inquietud, de ávida contemplación de mis flamantes y simbólicos arreos de batalla, tendidos sobre lechos, sillones y cojines: desde el menudo zapato de raso, hasta las flores de la cabeza, pasando por un océano de sedas, encajes, plumas y crespones; todo aéreo, todo casto, todo simple, como pedían y piden los estatutos de la Orden para una doncella de mi edad y condiciones, a quien no le es lícito, todavía, albergar malicias en su cabeza ni torpes sentimientos en el...

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