La Montálvez: I-04

La Montálvez-Parte I: Capítulo IV de José María de Pereda Sagrario y Leticia, con un año de práctica en el mundo que aún no conocía su amiga, eran como los pilotos que la enseñaban a cada instante, con el dedo sobre los planos, cuanto le importaba saber de aquellas regiones colmadas de visibles encantos y de tentadores misterios. Ni ella se hartaba de preguntarlas, ni sus amigas se cansaban de responderla; pues si era muy grande la curiosidad de la una, mayor era el apego de las otras al papel de profesoras. ¡Con qué gravedad tan cómica le desempeñaban algunas veces, y qué mezclados solían andar en sus dictámenes el candor y la malicia! De aquellas cosas que eran el tema de sus conversaciones, todavía no conocía Verónica más que lo que había podido columbrar acompañando a su madre, no muchas veces, al paseo, al teatro, o a tal cual visita o reunión de confianza, si no con la librea de colegiala precisamente, con todas sus rozaduras frescas sobre el cuerpo,...

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