La media naranja: 08

La media naranja de José Alcalá Galiano Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original. Publicado en la Revista de España: Tomo XI VIII. Clara habia quedado dueña del campo, vencedora, erguida, soberbia. Para parecer una Judit sólo le faltaba la cabeza de un Holoférnes en la mano. Se habia vengado, habia jugado, y se habia reido del hombre que habia, querido abusar de su credulidad y de la inocencia de su corazón. El desprecio, la ironía, la arrogancia daban á su rostro una expresion inusitada, y á sus ojos un brillo fatídico. Sobre su rostro de ángel brillaba una mirada de diablo; y es que la levadura diabólica, innata en el corazón humano, habia, por un momento, desencadenado el orgullo y la venganza en su pecho bondadoso. Que no hable la mujer de su debilidad. En todas las luchas de amor, en proponiéndoselo, la mujer sale de fijo vencedora. Si es vencida, de seguro es que prefiere la derrota al triunfo, y simula una defensa para dejar á...

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