La lucha por la vida III: 118

VIII 118 Pág. 118 de 127 La lucha por la vida III Tercera parte Pío Baroja La coronación - Las que encarecen los garbanzos - El final del señor Canuto No se varió nada en la casa con el matrimonio, que se celebró sin ceremonias de ninguna clase. Manuel estaba resplandeciente. El estado de Juan era lo que turbaba su felicidad; le veía siempre inquieto, febril. De noche, soñando, hablaba a gritos, y tosía continuamente hasta romperse el pecho. Ya no tomaba las medicinas ni hacía caso de las prescripciones del médico; salía a todas las horas, bebía aguardiente para excitarse algo y se reunía con los amigos en la taberna de Chaparro. Mientras tanto, Silvio Fernández Trascanejo maniobraba a sus anchas. Se había ganado la confianza de todos los socios de La Aurora, y les había hecho creer que había una conjuración revolucionaria terrible para el día de la Coronación. -Con que uno dé la señal -decía Fernández-, yo me echo al centro con la gente...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información