La lucha por la vida III: 064

23/10/2009 1.459 Palabras

none Pág. 064 de 127 La lucha por la vida III Segunda parte Pío Baroja ¡Si llevaban una vida pistonuda! ¿Que no tenían dinero? Pues, ¡hale!, desenterraban un ataúd, y vendían todo lo que encontraban. Dos días después, un domingo por la tarde, fue el juzgado al cementerio, y Ortiz llamó a Manuel y a Rebolledo para que les acompañara. No se notaba la devastación llevada a cabo por el señor Canuto y Jesús; el cementerio, de por sí, se encontraba ya bastante arruinado. En algunos puntos, la tierra estaba removida; cerca de un pozo se advertían aún los cuadros de hortalizas labrados por el señor Canuto, y en ellos la hierba era más verde y jugosa. El juez hizo algunas preguntas a Rebolledo, que le contestó con su gran habilidad. Juntos recorrieron el cementerio. Estaba todo talado, las sepulturas rotas, las lápidas de los nichos arrancadas. Reinaba en los patios un gran silencio. De los techos de las galerías colgaban trozos de cascote, sostenidos...

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