La lucha por la vida III: 033

VII 033 Pág. 033 de 127 La lucha por la vida III Primera parte Pío Baroja El amor y la debilidad - Las intermitentes y las golondrinas - El bautizo de S.M. Curda I en una imprenta A consecuencia de la fatiga y de las preocupaciones, Manuel comenzó a encontrarse malo. Sentía un gran desmadejamiento en todo el cuerpo; apenas dormía y estaba siempre febril. Una tarde la fiebre se hizo tan alta, que tuvo que guardar cama. Pasó la noche con un calenturón terrible, en una somnolencia extraña, despertándose a cada momento con sobresaltos y terrores. A la mañana siguiente se encontraba mejor; sólo de cuando en cuando algún escalofrío le recorría el cuerpo. Estaba dispuesto a salir, cuando sintió que de nuevo le empezaba la fiebre. Le pasaban los escalofríos por la espalda como soplos de aire helado. La Salvadora estaba con sus discípulas y Manuel llamó a la Ignacia. Avísale a Jesús. Si no está ahora colocado, que vaya a la imprenta. Estoy muy mal. Yo...

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