La lucha por la vida II: 076

VIII 076 Pág. 076 de 121 La lucha por la vida II Segunda parte Pío Baroja Las cuevas del Gobierno Civil - El repatriado - La sopa del convento Algunas veces, Manuel, Jesús y don Alonso iban a dormir a las iglesias. Una noche que se habían tendido los tres en la iglesia de San Sebastián, llena de bancos, el sacristán los hizo salir y los entregó a una pareja de Orden público. Don Alonso trató de demostrar a los guardias que era una persona no sólo decente, sino importante; mientras él peroraba, Jesús se escabulló por la plaza de Santa Ana. -En la Delegación contará todo eso -contestó el guardia a las explicaciones del Hombre-boa. Bajaron por una calle próxima, y en un portal en donde brillaba un farol rojo entraron y subieron por una escalera estrecha a un cuarto donde garrapateaban dos escribientes. Mandaron éstos a don Alonso y a Manuel sentarse en unos bancos, y ambos lo hicieron lo más humildemente posible. -Usted, el viejo, ¿cómo se llama?...

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