La lucha por la vida II: 063

V 063 Pág. 063 de 121 La lucha por la vida II Segunda parte Pío Baroja Paro general - Juergas - EL baile del Frontón - La iniciación del amor La hermana de Jesús aceptó con gran entusiasmo a los dos huérfanos recogidos por el cajista el día de Nochebuena, y la Salvadora y el chiquitín entraron a formar parte de la familia. Tenía la Salvadora un genio huraño y despótico, una afición a limpiar, a barrer, a fregar, a sacudir, que a Jesús y a Manuel les fastidiaba; le gustaba ordenar y disponer; todo lo que tenía de esmirriada lo tenía de enérgica. Ella dispuso llevar la comida a Jesús y a Manuel, porque gastaban mucho en la taberna, y al mediodía, con un cesto que abultaba más que ella, iba a la imprenta. En tres meses de ahorros, la Fea y la Salvadora compraron en una casa de empeños una máquina de coser nueva. -La chica esta no nos va a dejar vivir -decía Jesús. La vida del cajista se había normalizado; no se emborrachaba; pero, a pesar de...

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