La lucha por la vida II: 055

10/10/2009 1.308 Palabras

none Pág. 055 de 121 La lucha por la vida II Segunda parte Pío Baroja La hidrópica sobrellevaba sus desdichas con resignación extraordinaria. Se cebó la desgracia en ella y fue cayendo y cayendo hasta llegar a aquella situación tan triste. No encontró una mano amiga, y sus únicos favorecedores fueron un carnicero y su mujer, antiguos criados de su casa, a quienes había ayudado a establecerse en mejores épocas. La carnicera, que además era prestamista, solfa comprar en el Rastro mantones y pañuelos de Manila, y cuando tenían algo que zurcir o arreglar, se los llevaba a la hija de la hidrópica para que los compusiera. Esto, la antigua criada se lo pagaba a la hija de sus amos con un montón de huesos, y a veces, cuando quedaba satisfecha de su trabajo, le daba las sobras de su comida. -¡Moler con la generosidad de la carnicera! -dijo el albañil, que escuchaba la narración de la vecina. -También la gente del pueblo -repuso Jesús en broma, recordando...

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