La lucha por la vida I: 082

VI 082 Pág. 082 de 97 La lucha por la vida I Tercera parte Pío Baroja El señor Custodio y su hacienda - A la busca ...Y dormía con el más dulce de los sueños, cuando una voz áspera le trajo a las amargas e impuras realidades de la existencia. -¿Qué haces ahí, golfo? -le dijeron. -¡Yo! -murmuró Manuel, abriendo los ojos y contemplando a quien le hablaba-. Yo no hago nada. -Sí; ya lo veo, ya lo veo. Manuel se incorporó; tenía ante sí un viejo de barba entrecana y mirada adusta, con un saco al hombro y un gancho en la mano. Llevaba el viejo gorra de piel, una especie de gabán amarillento y bufanda rojiza, arrollada al cuello. -¿Es que no tienes casa? -preguntó el hombre. -No, señor. -¿Y duermes al aire libre? -Como no tengo casa... El trapero se puso a escarbar en el suelo, sacó algunos trapos y papeles, los guardó en el saco y, volviendo a mirar a Manuel, añadió: -Más te valdría trabajar. -Si tuviera trabajo, trabajaría; pero como no...

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