La lucha por la vida I: 036

VI 036 Pág. 036 de 97 La lucha por la vida I Segunda parte Pío Baroja Roberto en busca de una mujer - El Tabuenca y sus artificios - Don Alonso o el Hombre-boa Unos meses después se presentó Roberto en la Corrala, a la hora en que Manuel y los de la zapatería tornaban de su trabajo. -¿Tú conoces al señor Zurro? -preguntó Roberto a Manuel. -Sí; aquí al lado vive. -Ya lo sé; quisiera hablarle. -Pues llame usted, porque debe estar. Acompáñame tú. Llamó Manuel, les abrió la Encarna y pasaron adentro. El señor Zurro leía el periódico a la luz de un velón en su cuarto, un verdadero almacén repleto de bargueños viejos, arcas apolilladas, relojes de chimenea y otra porción de cosas. Se ahogaba allí cualquiera; no se podía respirar ni dar un paso sin tropezar con algo. -¿Es usted el señor Zurro? -preguntó Roberto. -Sí. -Yo venía de parte de don Telmo. -¡De don Telmo! -repitió el viejo, levantándose y ofreciendo una silla al estudiante-....

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