La gran hazaña

Informe viaje, Hernando de Magallanes, y el trueno de la salhacia el patíbulo marino, en las islas, blasfemascon un relámpago en la boca,desde la pluma insomne del petrelhasta el roído hueso espumoso de la muerte,la ácida singladura en medio de los tentáculos, y ese rasguido del cielo,ese cascabel de locura de fondo de ataúd de ventisquero y astros destartaladosen el ronquido de la foca, el errantegraznar del demonio en una tierra helada que chupa sangre. ¿Y qué dice al respecto Pigafetta?¿Y quién de los aterrados tripulantes no lo oyóy lamió los tablones de la nave y rezó a gritos a cada golpe de ola, hambriento,en las semanas de cuero seco y furia,en ese mar envenenado...? Sin embargo,él avanzó hasta el fin de sus venas, vio dioses,atravesado de un lanzazo,y el golpe de su corazón abrió un sepulcro en la marea,pero cruzó la puerta virgen, halló el paso increíble,deslumbrante de adversidad,y esos descomunales aborígenes bailando sobre su alma. ¿Y quién,...

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