La gaviota (Caballero): 26

Capítulo XXIV 26 Pág. 26 de 33 La gaviota (Caballero) Fernán Caballero La llegada a Madrid del célebre cantor Tenorini puso cima a la gloria de María, por la admiración con que la encomiaba aquel coloso y por el empeño que manifestó en cantar acompañado de una voz digna de unirse a la suya. Tonino Tenorini, alias el Magno, había salido no se sabe de dónde; algunos decían que había venido al mundo, como Castor y Pollux, dentro de un huevo, no de cisne, sino de ruiseñor. Su espléndida y ruidosa carrera empezó en Nápoles, donde había eclipsado enteramente al Vesubio. Después pasó a Milán y de allí sucesivamente a Florencia, San Petersburgo y Constantinopla. A la sazón llegaba de Nueva York pasando por La Habana, con ánimo de dirigirse a París, cuyos habitantes, furiosos por no haber dado todavía su voto decisivo sobre tan gigantesca reputación, habían hecho un motín para desahogar su bilis. De allí Tenorini se dignaría ir a Londres, cuyos...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información