La gaviota (Caballero): 22

Capítulo XX 22 Pág. 22 de 33 La gaviota (Caballero) Fernán Caballero Completamente restablecido ya el niño de la condesa, había llegado la noche que esta señora había fijado para recibir a María. Algunos tertulianos estaban ya reunidos, cuando Rafael Arias entró precipitadamente. -Prima -dijo-, vengo a pedirte un favor: si me lo niegas, voy a derechura a echarme de cabeza... en mi cama, bajo pretexto de una jaqueca monstruo. -¡Jesús! -replicó la condesa-. ¿De qué modo puedo yo evitar tamaña desgracia? -Vas a saberlo -continuó Rafael-. Ayer he tenido carta de uno de mis camaradas de embajada: el vizconde de Saint Léger. -Quítale el Saint y el vizconde, y deja Léger pelado -repuso el general. -Bien -dijo Rafael-; mi amigo, que según el tío no es ni vizconde ni santo, me recomienda a un príncipe italiano. -¡Un príncipe!, ¡pues ya! -dijo con sorna el general-. ¿Por qué no han de llamarse las cosas por sus nombres? Lo que será es un carbonario,...

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