La gañanía : 02

Capítulo II 02 Pág. 02 de 10 La gañanía Joaquín Dicenta -¿Hay cosas nuevas por el llano? -pregunta el rabadán al recién llegado, en tanto burbujea el aceite en la enorme sartén y saltan sobre la espuma los torreznos. -Háilas -responde el mozo. Y calla y pone en tierra los mirares. Las migas caen dentro de la sartén; el cucharón de boj, manejado por el rabadán, las revuelve; olor de ajos y grasa tostada sube al aire con el humo de los sarmientos. Los perros avanzan, relamiéndose los hocicos. Las reses dejan sus encierros en vocinglera confusión; los gañanes se aproximan hacia la lumbre restregándose los ojos y bostezando a plena boca. Hombres rudos, al igual de las alimañas serranas componen tu vivir. Los dedos son peines de sus greñas; el agua caída de las nubes su único lavatorio. Sus uñas córneas tienen la dureza necesaria para atravesar la piel del lobo; sus pies forman callo, donde no entran púas montaraces; las abarcas de cuero les...

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