La fontana de oro : 24

La fontana de oro Capítulo XXIII La Inquisición de Benito Pérez Galdós Cuando Coletilla, después de instalado en el piso segundo, manifestó a las señoras la probabilidad de que su sobrino fuese a vivir con él, Salomé se quedó un poco pensativa; pero María de la Paz dijo que no había inconveniente, supuesto que el joven, bajo la vigilancia y tutela de su tío, habría de tener el comedimiento y la dignidad que aquella casa imponía a sus habitantes. Lázaro, precedido por María de la Paz, entró en la sala. Lo primero que vieron sus ojos fue a Clara, que estaba sentada junto a la devota y cosía con la cabeza baja, sin atreverse a mirar a nadie. Vio su turbación y su empeño en disimularla. Después miró a todos lados y vio a su tío, respetuosamente sentado al lado de Salomé, cuyos reales estaban plantados al extremo oriental de María de la Paz. Lázaro los vio a todos inmóviles, como figuras de palo: todos le miraban, excepto Clara, la cual insistía en...

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