La fontana de oro : 14

La fontana de oro Capítulo XIII No llega el esperado. Llegada de un importuno de Benito Pérez Galdós De todos los procedimientos que el espíritu emplea para atormentarse a sí mismo, el más terrible es esperar. Contra esto no hay remedio. Parece que ha de ser fácil resolverse a no esperar, apartar la imaginación de la cosa esperada, y vivir sólo en un punto de la vida, en un momento del tiempo, sin esa dolorosa aspiración a lo venidero que desquicia el ser, sacándole de su centro. Cuando se espera lo que ha de llegar, las horas son siglos; cuando se espera lo que debió llegar, las horas vuelan como segundos. Clara estaba a la hora de las diez con el alma suspensa, trémula y atenta, llena de inquietud y zozobra. Pasa de las diez y el viajero no viene; el reloj vuela de las once a las doce, y de las doce a la una. Pascuala tenía mucho miedo, porque el ruido de gentes que en la calle se sentía aumentaba a cada hora. Las dos estaban sentadas en el cuarto interior,...

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