La familia de León Roch : 3-16

La familia de León RochTercera ParteCapítulo XVI Los imposibles de Benito Pérez Galdós -Aquí está -dijo con orgullo-. ¿Ves como la traigo? Su respiración fatigada apenas le permitía articular las palabras. Soñolienta y mal humorada, la pobre niña se dejó tomar en brazos por León e inclinó la cabeza sobre sus hombros para dormirse allí. -¿No le cuentas nada? -díjole Pepa, acariciando sus manecitas-. Mona, alma mía, ¿no le cuentas lo que te he dicho? La nena cerró los ojos, murmuró algo, entregándose sin miedo ni cuidado al sueño en el borde del abismo que a los pies de su descarriada madre se abría. -Se duerme -dijo León, oprimiéndole dulcemente la cabeza para fijarla más sobre su hombro-. Hablemos en voz muy baja, ya que lo terrible de la ocasión nos obliga a vernos y a no estar callados. -Aquí no puede ser. Se oye desde ese corredor -dijo Pepa, levantándose y tomando a León de la mano-. Además, tengo que enseñarte una cosa que está en...

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