La familia de Alvareda Tercera parte: 2

La familia de AlvaredaTercera Parte Capítulo II de Fernán Caballero Tercera parte Capítulo II En una venta solitaria, agazapada al lado de un camino real como un mendigo, estaban tranquilamente sentados a la lumbre el ventero y su mujer, hechos como estaban a aquella alternativa de bulliciosa actividad de día y de completo y silencioso aislamiento de noche, como los habitantes de los lugares pantanosos a sus fiebres intermitentes. -¡Mal haya, decía la ventera, de aquel testarudo marinero que se le puso que había de hallar un nuevo mundo, y que no paró hasta topar con él! ¿No tenía el Rey ya bastantes cuidados con éste? ¿Y a qué ha servido? A llevarnos para allá nuestros hijos y a traernos la epidemia. Dí Andrés, y no te estés durmiendo como un lirón; ¿ha servido para otra cosa? -Sí, mujer, sí, contestó el ventero entreabriendo los ojos; de ahí viene la plata. -¡Mal haya la plata! exclamó la ventera. -Y el tabaco, añadió el marido con lentas y...

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