La estafeta romántica : 7

La estafeta romántica : 7 de Benito Pérez Galdós Del mismo al mismo Marzo. Desocupado sacerdote: Sabrás que anoche se me apareció Larra, quiero decir que soñé con él o que se me apareció en sueños, que es lo mismo. Era el Larra que conocí y traté hace año y medio, antes de su viaje a París. Vino a mí en un bosquecito próximo a esta casa, en el cual suelo pasar algunos ratos divagando, y se mantuvo a distancia de cuatro o cinco pasos, mirándome con la fijeza que a sus amargas bromas precedía comúnmente. No le veía yo más que medio cuerpo, de la cintura para arriba; en su cara no había más alteración que el crecimiento de la barba. Ignoro si al morir era más barbudo que cuando le conocí. Su boca entreabierta dejaba ver los dientes ennegrecidos, y lo blanco de sus ojos amarilleaba más de lo habitual; tenía los lagrimales muy rojos, con irritación...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información