La Corte de Carlos IV : 7

La Corte de Carlos IV : 7 de Benito Pérez Galdós Sí, ¿lo creerán Vds.?, me miraba, ¡y de qué modo! Yo no podía explicarme la causa que motivaba aquella tenaz curiosidad, y si he decir verdad como hombre honrado, aún no he salido de dudas. Yo servía a la mesa, como es de suponer, y no pueden ustedes figurarse cuál fue mi turbación cuando advertí que aquella hermosa dama, objeto por parte mía de la más fervorosa admiración, fijaba en mí los ojos más perfectos, que, según creo, se han abierto a la luz desde que hay luz en el mundo. Un color se me iba y otro se me venía; a veces mi sangre toda corría precipitadamente hacia mi semblante poniéndome encendido, y a veces se recogía por entero en mi palpitante corazón, dejándome más pálido que un difunto. Ignoro el número de fuentes que rompí aquella noche, pues las manos me temblaban, y creo que...

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