La corona de fuego: 50

La corona de fuego o los subterráneos de las torres de Altamira de José Pastor de la Roca Capítulo V - Que es continuación del anterior El sol de la verdad va despejando La atmósfera sombría Sus esplendentes rayos desplegando Que van iluminando Regiones que la luz desconocía. Hay en vuestra deposición puntos discordes, dijo el rey, después de una breve pausa, dirigiéndose al hebreo, y convendría aclarar en lo posible la materia. ¿Qué os parece a vos? -Muy sencillo, señor, si me permitís continuar mi declaración respecto a esa repugnante historia, cuyo recuerdo me asa lla como la pesadilla eterna de mi conciencia, que conturba mis sueños y pulsa a las puertas de la desesperación a veces. Porque yo también, señor, tengo de qué acusarme ante Dios y ante la sociedad en esto caso. -Está bien, y puesto que habéis iniciado con loable franqueza el asunto, decidnos el papel que os reservasteis en la ejecución de esta trama diabólica. -El de encubridor, o mejor...

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