La Conquista del Perú: 11

La Conquista del Perú de Pablo Alonso de Avecilla X - Funerales Había tendido la noche su lúgubre manto, las fulgentes estrellas mandaban su escasa luz a la tierra, y negras sombras, aunque en apacible calma, cubrían el horizonte. Ocollo había instruido al consejo de los convenios celebrados con Pizarro, y por consiguiente de la libertad en que estaban los sacerdotes de dar sepultura a los cadáveres peruanos. Vericochas no perdió momento en reunir los venerables ministros del Sol para la religiosa ceremonia, y el pueblo ya tranquilo, descansando de nuevo en las promesas de los hijos del Sol, concurría al templo en fúnebre aparato, para unir sus tristes acentos, a los cantos funerales de los sacerdotes; pero la hermosa Coya, aunque adoraba tiernamente a su querida patria, sumergida en un profundo estupor, apenas tomaba parte en el contento general que reinaba en Cajamalca: la noche oscura y silenciosa seguía su curso inalterable, volaban los momentos, y a las doce...

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