La Conquista del Perú: 08

La Conquista del Perú de Pablo Alonso de Avecilla VII - Homenaje El imperio fluctuaba entre la confianza, el temor y la duda; todos los peruanos deseaban ver y admirar a los nuevos hijos del Sol, venidos del Oriente, pero un terror inexplicable los contenía dentro de los muros de Cajamalca, y no osaban llegar hasta el campo de sus huéspedes. Ya la noche había tendido su negro manto, cuando los invasores ocuparon las tiendas, y los habitantes de aquella populosa ciudad no pudieron saciar el ansia de ver ni de distinguir a los hombres que suponían de la jerarquía de los Dioses. Pero el nuevo sol empezó a esclarecer el horizonte, y las almenas y las alturas de la ciudad aparecieron cubiertas de un inmenso pueblo que fijaba asombrado sus miradas en el campo de los venidos del Oriente. Fácil hubiera sido a Pizarro conseguir del Inca entrar en la ciudad y apoderarse de su palacio, pero le pareció mas político no exigir tal sacrificio, porque debía preferir batirse en campo...

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